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domingo, 27 de noviembre de 2011

Nuevos tiempos... ¿mismos libros de texto?




¡Qué poco han cambiado los libros de texto! Hacía mucho tiempo que no abría un libro de texto de Lengua Castellana y Literatura así, al azar. No me ha sorprendido ver el apartado de literatura tan ordenado como siempre, tan estanco. ¿Es necesario dividir los libros de texto en compartimentos estancos? Cuando uno comienza a estudiar una corriente literaria determinada y acude al libro de texto, éste siempre responde de la siguiente manera: contexto histórico, económico, social-cultural, definición, características, autores...etc. A la hora de tener un primer contacto está muy bien pero la cosa no debe quedarse sólo ahí nunca. Siempre hay que profundizar e intentar hacer una exposición mucho más detallada y diferente de la que los libros de texto dan.
Ahora bien. No quiero ir en contra de los libros de texto porque considero que son necesarios y una buena base para los alumnos y el profesor, algo a lo que agarrarse.

En la mayoría de las veces, las unidades de literatura están muy bien divididas y clasificadas para que el alumno logre esos objetivos tan ansiados por el currículo. Eso si, lo que más cuesta conseguir es que los alumnos "disfruten del hecho literario..." Como las obras son siempre clásicas y les quedan muy lejos en el tiempo, los alumnos no suelen disfrutar de un libro como podemos hacerlo nosotros. Seguramente cuando pase el tiempo retomaran, con suerte, ese libro que tanto odiaron en secundaria y los disfrutarán. ¿Por qué ocurre esto? Bajo mi punto de vista el docente tiene mucho que ver. Si el docente sigue al pie de la letra el libro de texto se encontrará con que sus alumnos están aburridos y no muestran nada de interés. Es responsabilidad del docente que esos alumnos desarrollen un gusto por la literatura y desde luego eso no se consigue leyendo el libro del buen amor de principio a fin. Claro que los alumnos tienen que conocerlo y saber quién fue el Arcipreste de Hita, pero todo ello ha de estar complementando con otra serie de actividades que los libros de texto no recogen. Una buena forma de lograr ese interés sería la introducción de las TIC en el aula, algo que tampoco recoge el libro de texto.

A modo de conclusión diría que los libros de texto son necesarios tanto para el alumno como para el profesor pero que nunca, bajo ningún concepto deben seguirse al pie de la letra y no salir de ellos. Es uno de los problemas que tuve en mi clase cuando realizaba secundaria y es algo que debería corregirse para poder desarrollar plenamente en el alumno ese gusto y disfrute de la literatura que tanto persigue el currículo y el que a los profesores tanto nos gustaría conseguir.

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