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lunes, 28 de noviembre de 2011

Literatura con nuevas herramientas

Explicar la Literatura de la Edad Media actualmente supone atravesar un puente que separa el movimiento literario con el mundo contemporáneo. Atravesar este puente junto con nuestros alumnos supone un gran esfuerzo. Para ello disponemos de varias herramientas.

Una de las herramientas por excelencia hasta ahora y todavía es, sin duda, el libro de texto. Si analizamos el libro de texto de 1ºde Bachillerato podemos encontrar que las unidades de Literatura de la Edad Media se dividen en compartimentos estancos (marco histórico y cultural, los géneros literarios en la Edad Media, la poesía narrativa de la Edad Media, la poesía lírica en la Edad Media, la lírica tradicional, el romancero, la lírica cortesana…) y no se aprecia ninguna articulación entre dichos compartimentos. Podemos encontrar un extenso apartado con contenidos teóricos del movimiento literario y a continuación podemos ver diversas actividades de lectura y comprensión de las lecturas más destacadas del movimiento.

En mi opinión, la unidad didáctica está bien diseñada para que los alumnos aprendan conocimientos teóricos de la historia de la literatura medieval relacionados con sus principales manifestaciones literarias. De esta forma pueden identificar ante qué tipo de composición medieval se encuentran y así determinar cuáles son sus rasgos y partes más características. También está correctamente diseñada para comentar los textos, atendiendo no sólo a las cuestiones literarias, sino también a las de contextualización. Sin embargo, la unidad didáctica no está correctamente planteada, puesto que está estructurada en compartimentos estancos sin ninguna relación entre sí. Se debería trabajar más la influencia que tiene el contexto en la obra y en los personajes, para que de esa manera exista una relación entre todos los compartimentos. De esta manera conseguiríamos relacionar los contenidos y los alumnos entenderían mejor lo que estudian. Asimismo, este libro de texto no favorece la reflexión y la interpretación del alumnado, lo que hace que la literatura no sea atractiva para los alumnos. No pueden interactuar con los textos y tampoco se hace ningún planteamiento del presente hacia el pasado para que los alumnos puedan situarse en el contexto social y cultural de la época.

Respecto a la contribución que hace la unidad didáctica al desarrollo de las competencias, podemos destacar la contribución al desarrollo de la competencia cultural y artística, ya que la lectura, interpretación y valoración de las obras literarias contribuyen al desarrollo de esta competencia. Sin embargo, se podrían introducir mejoras metodológicas para su desarrollo. Por ejemplo, proponiendo actividades que acerquen la realidad cultural y artística a los alumnos (vídeos, cómics, programas de televisión…), desarrollando tertulias literarias o mediante el teatro. Pero, ¿por qué el libro de texto no hace ninguna mención a este tipo de metodologías, que hoy en día se hacen muy necesarias para acercar la literatura a los jóvenes?

También se trabaja la competencia en comunicación lingüística. Dentro de esta competencia mediante el libro de texto se trabaja fundamentalmente la comprensión escrita de los textos más destacados de la Edad Media. Sin embargo, queda obsoleta la dimensión comprensión oral, puesto que no se hace ninguna referencia a la audición de textos orales de la Edad Media, aún teniendo una importancia capital en la época. Tampoco se contribuye a desarrollar la dimensión expresión escrita, puesto que no se fomenta la producción de textos por parte del alumno. También podemos apreciar un intento por trabajar la competencia digital con la referencia de algunos enlaces a documentos audiovisuales relacionados con la Celestina, Garcilaso de la Vega o Jorge Manrique.

En mi opinión, el libro de texto debe ser una guía para el docente, pero no podemos centrarnos en los libro de texto para crear y transmitir contenidos. Debemos ir más allá. El puente que nos separa con el movimiento literario es muy largo y un libro de texto no es suficiente para atravesar la travesía. Por ello, debemos acentuar nuestros esfuerzos en acercar la literatura a la realidad más próxima de los alumnos y también fomentar dinámicas que favorezcan la participación y la reflexión de nuestros alumnos. Necesitamos incorporar nuevas herramientas a nuestras didácticas para que los alumnos puedan interactuar y exponer los temas de manera más amena. Para ello, debemos incorporar las TIC (blogs, videos, wikis…). Estas herramientas nos ayudarán a interactuar con nuestros alumnos y además, podrán crear sus propios contenidos o desarrollar opiniones. Si no empleamos estas herramientas y seguimos con los libros de texto nuestros alumnos seguirán empachados con contenidos conceptuales que luego vomitarán en un examen. Por ello, debemos incluir nuevas metodologías y recursos para que nuestros alumnos puedan disfrutar de la literatura en el siglo XXI.

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